Las estanterías de todas las cadenas de supermercados ya están repletas de los dulces más consumidos en la época navideña. Los surtidos de bombones, turrones o polvorones se van haciendo hueco poco a poco en la cesta de la compra pese a que aún quedan algunas semanas para la llegada de la Navidad.
Este año, sin embargo, se ha detectado que algunos de estos productos se presentan en un menor tamaño o en una cantidad inferior que en otras ocasiones pero manteniendo o incluso elevando su precio. Es lo que se conoce como reduflación, una práctica, no obstante, que es legal siempre que se informe en el envase del nuevo volumen de producto a la venta.