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REDEFINIR UN CONCEPTO DE NEGOCIO DESDE LA EXPERIENCIA

ENTREVISTA A: Jamila El Mahi, Platonic Jewels. Puerto de la Cruz

¿Cuánto tiempo tiene ya Platonic Jewels? ¿Cuál es el balance hasta la fecha?

Platonic Jewels es la transformación de algo que ya existía, una joyería de más de dos décadas que pedía a gritos un cambio para seguir viva. Por lo tanto, el negocio de joyería en sí lleva más de 30 años, pero la marca Platonic Jewels, desde noviembre de 2019.

Sin lugar a dudas, si hago un balance de imagen, el peso es demoledor. Un balance en beneficio de mis clientes bastante grande, porque ell@s mism@s adoran el cambio y porque también buscaban encontrar en la ciudad nuevas tendencias para satisfacer sus caprichos. Y, en cuanto al balance económico, ha sido ventajoso, sin duda, pero siempre con el cuidado y el consejo de mis gestores que nunca descuidé. “Los números están para hacerlos y seguirlos cuidadosamente en línea recta.”

¿Cómo inicias la idea de un nuevo modelo de joyería tan diferente al que estabas acostumbrada por herencia familiar?

Antes de nada, adoro mi trabajo y, aunque la herencia familiar me ha dado un gran empujón en el campo, mi mejor herramienta para tomar la decisión es mi pasión. Partiendo de esto, y con mi forma de ser, mi carácter innovador, mis ganas de aprender, de viajar y de experimentar con otros emprendedores, y la suma de mi formación académica, me lleva automáticamente a no dormirme y buscar constantemente la mejora en torno a mi negocio.

¿Qué buscan quienes me visitan? ¿Qué tengo en mi mano para ell@s? Adoraría llegar a satisfacerl@s, ya que ese es justamente mi propósito.

Después está el trabajo para aplicar estos enfoques a la realidad de mi entorno. Yo tenía claro que quería dedicarme a esto, así que constantemente busco y sigo buscando mejorar los servicios y los artículos, y afianzar la confianza entre el cliente y nuestra marca.

Si mis clientes se sienten cómodos, si sienten que el negocio es correcto y que respondemos a sus necesidades o incluso caprichos, entonces, tengo su confianza y su fidelidad, principal valor de una empresa. Así que fui a por el cambio para seguir teniéndoles a mi lado.

¿Cómo determinas que el nuevo modelo de joyería debe ser diferente, distinto a lo habitual dentro del comercio de Puerto de la Cruz y dirigido a un cliente muy concreto?

Salió de mi instinto, pero no tenía que pensar mucho, ni tampoco tenía muchas probabilidades de equivocarme. Estaba claro que debía ser una transformación profunda y adecuada al contexto de Puerto de la Cruz, no copiar algo que me hubiera gustado en alguna ciudad del mundo. No se trataba de copiar, solo saber dónde estamos y qué necesitamos.

En casos como este, quizás muchos puedan pensar que hacerse estas preguntas al inicio de una actividad comercial sea algo improductivo, más propio de las grandes cadenas, pero las pymes locales también debemos plantearnos qué papel podemos tener en un contexto turístico, es decir, cuál es nuestra propuesta de valor para impulsar el turismo de compras. Nosotros estamos en el norte de Tenerife y nos preguntamos dónde se consume joyería, quién consume joyería, qué épocas son más propias para ese consumo, qué no ofrecen actualmente las joyerías, cómo están cambiando los hábitos de consumo, etc. Todo eso nos lo planteamos nosotros, aquí, día a día, detrás del mostrador.

En este proyecto, te has apoyado en profesionales, aunque tienes mucha experiencia en joyería y conoces al cliente de Puerto de la Cruz. ¿Cómo llegas a la conclusión de que debe ser esta la línea de desarrollo para tu nuevo negocio?

Profesionales y amantes de su trabajo, sin dudarlo ni un segundo. Lo mejor es trabajar por amor a tu trabajo y no por dinero, eso se siente muy rápido.

Yo solo sé de joyería, no sé de estilismo mobiliario, ni de brand marketing, ni de colores en fachada, ni de desarrollo web… Para todo eso hay otros profesionales, yo solo sé hacer y vender joyas. Por ello, mi primera misión fue buscar a alguien que me entendiese y me ayudase a convertir esta idea en negocio. Se formó un equipo maravilloso, que supo leer mis sentimientos al detalle y describirlos en la tienda física, en la web, en la imagen, en el nombre… Obviamente no sabía de todos los campos, pero sí supe complementarme.

Vienes participando en el programa de calidad que impulsa el Consorcio para la Rehabilitación de Puerto de la Cruz. ¿Crees que este instrumento es de utilidad? ¿Deberían otras empresas de la ciudad aprovechar sus actividades?

La formación es una ayuda magnífica, que, si queremos crecer, no podemos rechazar. Desde luego que estos programas me ayudaron a crear un hábito de orden en las tareas rutinarias de trabajo con mis empleadas. Detalles que sí tienen importancia, porque con la constancia marcas la diferencia y, sin quererlo, ya el cliente capta la calidad y es ahí cuando te lo ganas.

Asistiendo a programas conoces las experiencias, los errores y los triunfos de otros empresarios cercanos, que nos ayudan a abrir la mente para llegar a cambiar, mejorar, sustituir o eliminar aquello que hace daño o que aleja a nuestros clientes. Ya no es solamente tener un buen producto, ahora se exige tener excelencia. Estos instrumentos a mí me la han dado.

Jamila El Mahi

Platonic Jewels