La Comisión Europea (CE) ha firmado con la industria y otros actores
interesados un acuerdo voluntario para fijar directrices de protección
de la privacidad de los usuarios de las denominadas "etiquetas
inteligentes", dispositivos de identificación por radiofrecuencia (RFID)
cada vez más presentes en artículos como los abonos de transporte, el
telepeaje o los teléfonos móviles.