Los cuarteles generales de la banca echan humo desde que el sector está asumiendo el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) de las hipotecas. A la espera de la aprobación definitiva de la Ley Hipotecaria, los bancos barajan varias posibilidades para hacer frente al aumento de los costes, desde la subida de los precios de los préstamos hasta un aumento de los requisitos de vinculación pasando por el alza de otras comisiones bancarias.
Pero, hasta que el panorama se aclare, la banca cuenta con un valioso comodín en la mano que algunas entidades ya están empezando a utilizar. Se trata de dejar de aplicar los descuentos, muy jugosos en algunos casos, que las entidades están practicando sobre los precios que publicitan oficialmente en sus páginas web y en sus oficinas y que se habían convertido en un mecanismo habitual en plena competencia entre bancos.