Anunciada o repentina, las huelgas de pilotos, controladores u otro personal están detrás de muchas de cancelaciones o retrasos de vuelos.
Cuando se cancela un vuelo, la compañía aérea ha incumplido su parte del contrato. A veces es por su responsabilidad, otras veces se debe a motivos ajenos, a causas extraordinarias: las inclemencias meteorológicas o las huelgas suelen citarse como ejemplos de estas circunstancias excepcionales, en las que se escudan las compañías para no abonar a los viajeros afectados las indemnizaciones a las que tienen derecho.