La implantación de la denominada "receta electrónica" forma parte del proceso que se ha venido
implantando progresivamente, en la totalidad de los centros de salud de
las islas, que arrancó en La Palma en 2007 y que culminará en el primer
semestre de 2010, con su implementación en Gran Canaria. El nuevo sistema ha supuesto una inversión de 500.000 euros por parte
del Colegio de Farnacéuticos, lo que se suma a 3.000 euros aportados por cada farmacia
para su adaptación tecnológica, más un coste anual de mantenimiento de
líneas de 35.000 euros al año, a razón de cien euros mensuales cada
oficina de farmacia. Canarias es una de las regiones más avanzadas en cuanto a la
implantación de la Receta Electrónica. El número de dispensaciones
acumuladas, realizadas hasta el momento en el archipiélago, es de 7,5
millones de recetas, mientras que el número de dispensaciones mensuales
mediante receta electrónica es de millón y medio.