El funcionamiento del nuevo dispositivo "RFID" se basa en las ondas de radiofrecuencia que se usan para identificar y comunicarse con las 'tags' o etiquetas, fabricadas con un chip de silicio que va unido a una antena de radiofrecuencia. De esta forma, cuando se acercan a un área de cobertura de un "lector" transmiten por radio la información almacenada en su memoria, sin necesidad de contacto físico o visual, siendo capaces de almacenar una cantidad mayor de información que los antiguos sistemas de identificación electrónica. El estudio de AETIC y la SETSI, al respecto, constata que RFID es una solución real para ayudar a la trazabilidad e identificación de productos, lo que ayuda a tener una previsión ajustada de la demanda del mercado y permite optimizar la producción. Empresas españolas como Grupo Leche Pascual, COVAP o Correos, ya lo han implantado en su cadena de producción. Según el informe, contribuye a la reducción de inventarios, "mejora el nivel de servicios gracias a un mejor control de las entregas, reduce costes operativos y garantiza la exactitud y originalidad de las mercancías". La identificación de personas y el aumento de la seguridad serán otra utilidad de 'la etiqueta inteligente'. El pasaporte electrónico ya es una realidad y el sector sanitario ha comenzado a aplicar esta tecnología para la identificación de pacientes.