El sistema de recogida "puerta a puerta" es un novedoso servicio por el cual los contenedores de la vía
pública ya no son necesarios: el servicio municipal pasa por cada hogar
en un día y horario concreto y retira las diversas fracciones de residuos (orgánicos, envases, papel, vidrio y resto) que los ciudadanos han generado. La concienciación ecológica de los consumidores es la clave.
Cambiar de hábitos siempre es difícil: tirar la basura mezclada en una
sola bolsa a cualquier hora es más cómodo, pero también más perjudicial
para el medio ambiente. El sistema "puerta a puerta" obliga a los
usuarios a separar los residuos en diversas fracciones y guardarlos en
casa hasta el día de recogida correspondiente. Si los residuos no están
bien seleccionados, no se recogen. La implantación correcta del sistema incrementa las tasas de reciclaje
y su calidad porque los consumidores se responsabilizan de la
separación adecuada de los residuos. Los primeros municipios en poner en marcha este sistema se encuentran en Cataluña, y en
Candás en Asturias, María de la Salut y Puigpunyent i Esporles en
Mallorca, o Usurbil en Guipúzcoa llevan varios meses de experiencia.
También Oiartzun y Hernani, otras dos localidades guipuzcoanas, planean
sumarse en breve. En los barrios valencianos de Pla del Remei, Sant
Francesc y Ruzafa, las personas discapacitadas y los ancianos que lo
soliciten a los centros de Servicios Sociales, pueden hacer uso de la
modalidad puerta a puerta para reciclar sin moverse de casa.