Fomento pretende que se aplique esta modalidad de aterrizaje, en todos los vuelos en España, que consiste en que la aproximación al aeropuerto
se realice de forma continua, y no escalonada como en la actualidad, y
que el avión vaya perdiendo altura de forma suave, con menos potencia,
como "planeando". "En un descenso, la forma de que un avión gaste menos
combustible y emita menos CO2, es que a una distancia determinada se pongan los motores al ralentí y vaya planeando en la aproximación". El llamado "aterrizaje verde" no presenta ningún riesgo y es totalmente seguro, ya que lo ideal es realizar un descenso continuado. En
la actualidad esta modalidad de aterrizaje, se realiza en los vuelos
nocturnos en aeropuertos como los de Madrid, París o Estocolmo, ya que
es en horarios con menos tráfico cuando se puede programar la senda de
descenso adecuada para cada aeronave. El tiempo de descenso sólo se
aumenta en uno o dos minutos y el ahorro de combustible es de entre 100 y 160 kilos por aeronave.