La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó en 2007 que casi
cuatro de cada cinco empleadores de Francia prefiere contratar a un
obrero de la Francia metropolitana, antes que a uno de origen magrebí o
norteafricano. Esta iniciativa del "curriculum" anónimo se ha puesto en marcha, de manera experimental, provisional y sólo para empresas
que se presten voluntariamente a participar en el ensayo, a fin de
evaluar su resultado en la realidad laboral. Así un grupo
de grandes empresas francesas -entre ellas, L'Oréal, Accor, Axa-o
PSA-Peugeot-Citroën- recibirán durante seis meses, los currículos de
los/las aspirantes a un puesto de trabajo sin nombre, ni su edad, ni
su sexo, ni su dirección, ni su foto. Sólo constarán en el escrito los
méritos, los estudios y la experiencia personal de cada uno, en un
intento de no condicionar para nada a los departamentos de personal y
evitar así la discriminación por razón de edad, raza o procedencia. Representantes
de asociaciones juveniles enclavadas en barrios marginales de la
periferia de París, han denunciado que basta adjuntar al currículo el
código postal de la localidad conflictiva en cuestión, para que la
solicitud del postulante acabe directamente en la papelera.