Este expendedor automático de pan se ha convertido en la atracción del barrio valenciano de Benimaclet. Desde hace un año vende pan artesano, las 24 horas del día, los 365 días del año. Son sus panaderos quienes amasan el pan destinado a la 'venta automática'. Sus características son idénticas al que se despacha en la tienda, al igual que su precio: 60 céntimos por unidad. El éxito es tal, que la expendedora ha de reponer sus existencias
varias veces al día. Es más, condiciona el trabajo en el obrador porque las 230 barras que almacena, son siempre de la última hornada. El proceso no resulta complejo, entre otros aspectos, porque el
depósito conecta directamente con el horno de la panadería. Después, la
tecnología hace el resto: la máquina mantiene las propiedades del pan intactas, ya que la humedad permanece a un nivel que evita que el pan se reseque. El despacho 'automático' representa el 30% de las ventas diarias.