Un reciente estudio de "Lundquist", expertos en comunicación y finanzas, ha analizado a las empresas del "Dow Jones Sustainability Index" y ha llegado a la conclusión de que la comunicación de las políticas de RSC a través de sus páginas web e Internet, no es todo lo completa que debiera, ya que todavía se recurre al falso optimismo empresarial, a la comunicación de las noticias “buenas” y a la omisión o minimización de los reveses que sufre la compañía. El auge de Internet como vector de comunicaciones, facilita mucho esta labor: las compañías tienen en las Redes sociales y a través de sus sites, una cómoda vía para interactuar con la sociedad, los clientes, proveedores, empleados y demás stakeholders y, sin embargo,  el estudio ha comprobado que mecanismos "online" tan esenciales y conocidos por todos como el correo electrónico, les son indiferentes o les pasan  desapercibidos. Un correo electrónico que se envió al departamento de RSC de las compañías, para solicitar información acerca de la existencia de fondos éticos, entre los accionistas o su pertenencia a índices de sostenibilidad, obtuvo sólo  respuesta  inmediata de 4 de ellas, mientras que 11 más respondieron pasadas 24 horas, y otras 17 lo hicieron tras tres días. De 48 compañías no se obtuvo ninguna respuesta. La evaluación de Lundquist se ha basado en un conjunto de 76 criterios, perfilados sobre la base de una encuesta realizada a casi doscientos profesionales de la Responsabilidad Social Corporativa, y expertos del sector procedentes de 30 países.