«Más no es mejor». Esta consigna inspira a la industria aseguradora en su ataque contra los nuevos requisitos de información al cliente que incorpora la regulación que pronto guiará la venta de productos de inversión basados en seguros en Europa.
Insurance Europe, la asociación de patronales del sector en el continente, avisa de que las exigencias se verán duplicadas. Y vaticina que eso conducirá a una sobreabundancia de datos precontractuales, que en vez de aumentar el nivel de conocimiento de los consumidores contribuirá a una mayor confusión.
Son tres las normas en curso dentro de la UE que entran a regular el terreno de la información que deben recibir los clientes antes de contratar un producto de inversión basado en seguros: la directiva Solvencia II, la regulación sobre productos de inversión y seguro empaquetados para minoristas (PRIIPs) y la propuesta sobre mediación en los seguros IMD 2. Cada una de ellas tiene motivaciones y objetivos diferentes y propios, pero en todas se introducen obligaciones de entrega de documentación para garantizar que los tomadores saben las características y riesgos, así como los costes, que implica el producto de ahorro que se disponen a contratar.