Los grupos turísticos españoles se ven en la necesidad de apostar por políticas medioambientales, arrastrados por la presión política o social, pero también por un cliente cada vez más concienciado, que exige compromisos sostenibles a los que le hospedan.

La industria tiene aún mucho trabajo por delante para cumplir con los parámetros básicos en el cuidado del entorno. "La mayoría de las empresas en España son familiares y no tienen recursos para realizar complejos planes de sostenibilidad", indican fuentes del sector. Sin embargo, las grandes cadenas como NH, Sol Meliá, Riu o Barceló impulsan medidas dirigidas al ahorro energético y la optimización de los recursos naturales, según publica Cinco Días.