Según los últimos artículos publicados por la ISO, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en los últimos años en una herramienta fundamental a la hora de mejorar el desempeño del sector sanitario, la atención al paciente para mejorar los diagnósticos y la asistencia sanitaria en general. Así, la IA ya está ayudando a detectar afecciones como cardiopatías, enfermedades raras y cáncer y también está agilizando tareas administrativas, lo que permite a los/as profesionales dedicar más tiempo y energía a sus pacientes.

De esta forma, a pesar de las barreras existentes, el potencial de la IA para mejorar la experiencia del paciente, y su pronóstico es enorme, pero para aprovecharlo, los algoritmos de IA deben ser éticos, utilizables y escalables y para ello resulta fundamental desarrollar normas internacionales como ISO/IEC 27001 e ISO/IEC 27040 para garantizar una correcta y eficaz recopilación, almacenamiento y uso de los datos, estableciendo directrices uniformes.