Cerca de la mitad de los consumidores españoles ha modificado sus hábitos de compra hacia productos más asequibles ante el auge de la inflación, priorizando el consumo de marcas blancas de los supermercados. De hecho, seis de cada 10 afirman que la marca propia le permite ahorrar en la cesta de la compra y el 50% asegura que este ahorro se sitúa entre el 10 y el 25% al mes.