Las estrategias de ahorro de los consumidores han provocado un cambio sustancial en la alimentación: el 30% ha reducido el consumo de pescado y mariscos y el 19% ha sustituido la compra de carne por otras de menor valor.
Pero no son las únicas alternaciones que ha sufrido la cesta de la compra: ahora se visitan más establecimientos. El 60% de los clientes acude a varias enseñas para llenar su despensa y el 27% ha cambiado de supermercado.