El proyecto de Presupuestos para 2019 pactado entre el PSOE y Unidos Podemos prevé modificar la factura eléctrica de forma que el coste a pagar por los consumidores por los primeros kilovatios hora (kWh) sea inferior a los siguientes, incentivando la eficiencia energética. Este es un mecanismo que ya utilizan otras empresas, como las del agua, cuyo precio tiene unos tramos en función de su consumo.
Asimismo, llevarán a cabo una reforma «profunda» del bono social eléctrico y la creación de un bono general, que incluirá el bono gasista, con el fin de permitir que «cualquier hogar pueda realizar un consumo mínimo de energía».